El uso de tarjetas de crédito puede ser una herramienta efectiva para construir crédito personal, ofreciendo beneficios como la mejora del historial crediticio y acceso a financiamiento. Sin embargo, también conlleva riesgos importantes, como el sobreendeudamiento y altas tasas de interés, lo que exige un manejo responsable y educado de estas herramientas financieras.