En 2023, las tasas de interés en México afectan significativamente las decisiones de crédito de los consumidores y empresas. Elevadas tasas desincentivan el financiamiento, endureciendo políticas crediticias y limitando la accesibilidad. Sin embargo, también fomentan el ahorro y el uso de alternativas como microcréditos, promoviendo una gestión financiera más consciente.